Castañas, anacardos, avellanas, cacahuetes, almendras, pistachos, nueces, pipas y peladillas, que son frutos secos disfrazados, han sido nuestra merienda de hoy.
Además, también había frutos carnosos: mandarinas, uvas, granadas... propios del otoño.
Pero, ¿de dónde viene la tradición de comer frutos secos en esta época del año?
La Wikipedia nos dice que
"En Extremadura, se denomina chaquetía, chaquetilla o chiquitía a la merienda del día 1 ó 2 de noviembre que se hace en el campo y en la que se consumen frutos del tiempo como higos pasos, nueces, bellotas, granadas, castañas y preparados como el dulce de membrillo."
Antiguamente, las familias se reunían el Día de Todos los Santos (1 de noviembre) para recordar a las personas que ya no están entre nosotros y, como para esta fecha, ya hacía bastante frío, se asaban castañas y se comían estos frutos.
En algunos pueblos de Extremadura, los niños iban por las calles pidiendo castañas de puerta en puerta.
En las casas se hacían también los casamientos, que consiste en introducir una castaña o nuez, dentro de un higo seco.
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